La obesidad no debe preocupar nadie por como lo hace ver,
sino por las consecuencias negativas que le acarrea al organismo.
Cuando el índice de masa corporal es mayor a 25 la persona
padece de sobrepeso, y cuando supera los 40 ya se considera con obesidad.
Ese un trastorno que afecta a gran cantidad de personas
alrededor del mundo, llevando a 2.8 millones hacia su defunción cada año. Se
trata de una acumulación anormal de grasa, más allá del 20% arriba del peso
ideal de la persona.
Nuestro cuerpo obtiene energía directa a partir de los
carbohidratos; estos provienen de los nutrientes que consumimos. Los lípidos
son un suministro de energía almacenada que se usa para largo plazo, y que por
diversos factores puede llegar a acumularse de “muy gran manera” ocasionándonos
sobrepeso u obesidad.
La obesidad es una enfermedad que consiste en la retención
de grandes cantidades de grasa que generan aumento de peso y tamaño. Es un
trastorno metabólico multicausal, en el que participan diversos factores:
fisiológicos, sociales, genéticos y psicológicos.
En la Enfermedad de Turner y en el Síndrome de Down la
obesidad se genera por alteraciones cromosómicas. También existe la
predisposición genética a sufrir obesidad cuando se ha tenido un historial
familiar del padecimiento.
Una persona puede volverse obesa debido a los siguientes
factores:
- · Desordenes en la dieta y poca actividad física: las personas consumen alimentos con alto valor calórico o alimentos en gran cantidad, y a esto le suman un estilo de vida sedentario. ¡Una mezcla directa al aumento de peso no magro!
- · Existen los casos de obesidad por desequilibrios endocrinos como en el hipotiroidismo.
- · También hay medicamentos que contribuyen a la acumulación de grasa, como es el caso de los corticoides y algunos antidepresivos.
- · Hay trastornos en los que la persona no puede controlar su saciedad debido a problemas neurológicos y tiende a comer desaforadamente. En este tipo de trastornos su sistema nervioso central no logra regular los mecanismos de saciedad.
Respecto a su origen la obesidad puede ser de dos tipos:
- · Obesidad exógena: esta se produce por malos hábitos alimenticios y constituye entre el 90 y 95 % de los trastornos de obesidad.
- · Obesidad endógena: se debe a factores metabólicos y endocrinos. Es la menos frecuente: entre el 5 y el 10 % de todos los tipos de obesidad son de este origen.
Según la forma en que afecta a las células se distingue:
- · Hiperplásica: en este tipo de obesidad el número de células adiposas aumenta en número. Comienza desde la infancia.
- · Hipertrófica: en este caso las células adiposas aumentan de tamaño acumulando mayor cantidad de lípidos. Este tipo de obesidad se origina en la edad adulta.
Consecuencias de la obesidad
- · La obesidad afecta el rendimiento físico del que lo padece, impidiéndole un desempeño óptimo en muchas actividades. El exceso de peso afecta las articulaciones como las rodillas y la columna vertebral, pudiendo llegar a causar daños irreversibles.
- · El sistema circulatorio también se ve afectado haciendo que el corazón se sobreesfuerce al bombear la sangre por cada parte del voluminoso cuerpo. Un corazón sobreesforzado puede colapsar generando un infarto.
- · Los depósitos de grasa en las paredes de las arterias producen ateroesclerosis que aumentan la presión arterial, pudiendo producir derrame cerebral o infarto.
- · La obesidad también aumenta la probabilidad de sufrir cáncer, en especial el de colon, el de mama y el de próstata.
- · La diabetes del tipo 2 (o sea la que no requiere el consumo de insulina) también puede desencadenarse debido a la obesidad.
- · Ya por el aspecto psicológico, las personas que padecen de obesidad pueden sufrir baja autoestima y depresión debido a la discriminación y a la burla de la que son objetos.
- · Las personas obesas tienen dificultad para respirar y para distribuir apropiadamente el oxígeno por todo su cuerpo. Los depósitos de grasa en el tórax presionan a los pulmones e impiden que estos se expandan adecuadamente.