domingo, 30 de agosto de 2015

La moa, el ave gigante de Nueva Zelanda

La moa fue un ave gigante que hábito Nueva Zelanda hasta el año de 1500; debido a la llegada de los polinesios, que las cazaron desaforadamente hasta llevarlas a la extinción.


Con el nombre de moas se denominó a todas las especies pertenecientes a la familia dinonornithidae; pero como “moas gigantes”, solo a las dos especies del género Dinornis: Dinornis robustus y Dinornis novaezealandiae.


Los dinornis o moas gigantes fueron las aves más altas de todas las que han existido. Las hembras eran de mayor tamaño que los machos, llegando a medir 3.6 metros de altura y un peso de hasta 278 kg, según estimaciones.

La mayor parte del cuerpo, excepto las patas y el cuello, estaban cubiertas de plumas de color marrón. Las patas eran fuertes y grandes y su cuello largo le permitía alcanzar la vegetación de la cual se alimentaba.


Para cuando los colonos españoles arribaron a Nueva Zelanda, las moas ya habían desaparecido desde hace 300 años.

Las moas aparecieron hace unos 90 millones de años, en el Cretacico y desaparecieron en el siglo XVI.

Estas aves, según el análisis de los anillos de crecimiento de sus huesos, poseían una estrategia reproductiva del tipo K (especies que tienen baja tasa natalidad); por lo que su periodo de maduración era prolongado (unos 10 años) y su fecundidad era baja.



Esto significa que no pudieron reponerse adecuadamente ante la presión de los cazadores polinesios, por lo que terminaron desapareciendo.


Además de los humanos las moas también eran cazadas por el aguila más grande que jamás haya existido: el Harpagornis moorei (Aguila de Haast)
Las moas fueron aves impresionantes que compratieron el mundo con nosotros; pero fue una lastima que las posteriores generaciones no hayan podido deleitarse observandolas.
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lunes, 24 de agosto de 2015

El cáncer: sus causas y prevenciones

Para explicar las causas por las cuales se origina el cáncer existen muchas formas. Como sabemos, se trata de una enfermedad devastadora, que cobra la vida de millones de personas cada año; por lo que conocer sus causas se vuelve crucial para poder prevenir esta funesta enfermedad.



Actualmente se considera que un 40% de las muertes por cáncer se debe al consumo excesivo de tabaco y alcohol. En el caso del cáncer de pulmón, su causa principal, entre el 80 y el 90%, es por el consumo de tabaco. 



El consumo de alcohol aumenta el riesgo de padecer cáncer de hígado. Estos dos factores: tabaco y alcohol, al ser combinados aumentan de forma significativa el riesgo de adquirir cáncer. ¡Recordad que todos los excesos son perjudiciales!

Entre el 30 y 35% de los tipos de cáncer son generados por una dieta inadecuada.

Por otra parte, la exposición prolongada a los rayos del sol produce cáncer de piel. En general entre el 1 y el 2% de los canceres se forman debido a la radiación ambiental, como la luz ultravioleta, los rayos X, las radiaciones ionizantes y el gas radón.

El virus del papiloma humano, que es transmitido de manera sexual, es el responsable de causar el cáncer de cuello uterino. También se considera que las mujeres que no han tenido hijos o que los han tenido cuando son mayores de edad, presentan mayor riesgo de padecer cáncer de mama y cáncer de ovario.

Últimamente, muchos estudios han indicado que el 15% de los casos de cáncer se debidos a diversos virus, parásitos y bacterias.
Representación de un virus

Un 10% de los canceres son generados de forma hereditaria, algunos de ellos pueden ser: el cáncer de colon, cáncer de ovario, cáncer uterino; que igualmente se generan por otras causas.

Hay otras causas menores que producen cáncer, como el factor ocupacional, por ejemplo, las personas que trabajan con asbesto poseen una mayor incidencia de cáncer pulmonar. En el caso de las personas que trabajan con gomas, colorantes y gas, el riesgo de padecer cáncer de vejiga aumenta.

Aproximadamente el 1% de las muertes por cáncer se debe al contaminación del agua, el aire y la tierra. Por ejemplo, la contaminación atmosférica por químicos liberados de las industrias y la cloración del agua.

¿Y cómo prevenimos el cáncer?      
                                                           
A partir de esto podemos analizar que gran parte de los factores que producen el cáncer podemos manejarlos deliberadamente;  ya que podemos evitar el consumo de tabaco y alcohol y también modificar nuestra dieta; cosa contraria sucede con los canceres que se originan por contaminación ambiental y los de forma hereditaria, ante los cuales poco podemos hacer para prevenirlos.

Lo más recomendable es emplear la medicina alternativa como complemento a la medicina alopática: radioterapia, quimioterapia y las cirugías.


Comer alimentos ricos en antioxidantes como frutas y verduras; evitar cualquier tipo de radiación; evitar la ingesta de alcohol y tabaco; reducir el estrés con actividades relajantes y actividades deportivas; evitar la exposición a sustancias químicas nocivas, mantenerse en el peso ideal, evitando la obesidad; y poseer una optima salud mental son formas de prevenir esta enfermedad que cobra la vida de millones de personas alrededor del mundo.

viernes, 7 de agosto de 2015

El ingrediente imprescindible del ayahuasca

El ayahuasca (también llamado yagé) es un brebaje tradicional que altera el estado de conciencia.  



Se prepara a partir de varios tipos de plantas con propiedades enteogénicas, que varían según la región; a pesar de esto hay una planta que es componente fundamental, imprescindible de esta bebida: la Banisteriopsis caapi, una liana de la familia de las malpigiáceas.

B. caapi posee tallos leñosos, ramificados y hojas ovaladas terminadas en una fina punta. Contiene los alcaloides harmina, harmalina y tetrahidroharmina, que en conjunto son conocidos como alcaloides harmala.


El nombre de ayahuasca o yagé también es utilizado para denominar a la B. caapi, que además recibe los nombres comunes de caapi, mariri, yagugue  y pildé dependiendo de la región donde se encuentre la planta.

Esta planta es muy importante para que el brebaje posea su carácter mágico, y es porque los alcaloides de B. caapi actúan como inhibidores de MAO (monoamina oxidasas).


Las monoamina oxidasas (MAO) actúan degradando ciertas sustancias químicas como las drogas. La B. caapi contiene inhibidores de estas enzimas, impidiendo la degradación de los psicoactivos de otras plantas. Esto permite que los efectos de los alcaloides, de las otras plantas utilizadas en el brebaje, sean eficaces.

Como ejemplo está el DMT de la planta Psychotria viridis (planta muy empleada como componente del ayahuasca), que para consumirse de manera oral, y que tenga efecto, debe interactuar con los inhibidores MAO de la B. caapi.

También intensifica los efectos de los alcaloides de los hongos alucinógenos, cuando estos son empleados para hacer ayahuasca, al igual que lo hace con muchas otras plantas que aportan alcaloides psicotrópicos.



La B. caapi por sí sola no causa efectos psicodélicos, y su gran importancia radica en permitir que las sustancias que realmente causan “el viaje” tengan el efecto esperado.

martes, 4 de agosto de 2015

No todos fueron dinosaurios

Lagarto terrible, eso es lo que significa la palabra “dinosaurio”. Estos grandiosos seres han fascinado a muchos de nosotros desde que apenas empezábamos a tener conciencia de las cosas.

Dos individuos del genero iguanodon.

Películas como Jurásico Park, Godzilla; diversas revistas, libros de dinosaurios, obras literarias; y dibujos animados como Los Picapiedra hicieron que estos lagartos terribles pasaran a ser parte de la cultura popular del siglo XX.

Existe la confusión de algunas veces creer que todas las grandes criaturas que existieron en el pasado fueron dinosaurios. Allí se incluye varios grupos de animales como reptiles voladores, reptiles marinos y hasta los cronológicamente recientes mamíferos (que cuando descubren fósiles de ellos muchas personas los consideran como dinosaurios).

Un grupo de reptiles que la gente cataloga erróneamente como dinosaurios es al grupo de los pterosaurios. Los pterosaurios fueron los reptiles alados del Mesozoico y coexistieron junto a los dinosaurios, siendo presas de estos.  

Pterosaurios en vuelo.


Los pterosaurios también tienden a ser confundidos con aves prehistóricas; sin embargo las aves modernas evolucionaron a partir de los dinosaurios, no de los pterosaurios. Los pterosaurios constituyeron un grupo taxonómico aparte del de los dinosaurios.

Otro grupo que se presta a confusión es el de los reptiles marinos como los plesiosaurios y los mosasaurios, a los cuales también se les llega a llamar equivocadamente como dinosaurios marinos. Estos reptiles tampoco fueron dinosaurios.

Plesiosaurio cazando en altamar.


También los ictiosaurios, un grupo de reptiles marinos con gran parecido a los peces, son llamados como dinosaurios; pero tampoco lo son.

Ictiosaurios, reptiles parecidos a peces.


Y por último, es usual oír la confusión alrededor de los fósiles descubiertos de grandes mamíferos, a los cuales equivocadamente también les denominan dinosaurios.

Los primeros mamíferos aparecieron a finales del Cretácico y coexistieron con los dinosaurios, y los más grandes como los mastodontes y mamuts surgieron tiempo después, cuando los dinosaurios ya se habían extinguido.

Los dinosauros nunca volaron ni tampoco fueron marinos. Y tampoco hay que confundirlos con los grandes mamíferos de la prehistoria.


Los dinosaurios tuvieron como característica general el poseer extremidades erectas como soporte del cuerpo, cualidad que no poseía ninguno de los grupos anteriores (a excepción de los mamíferos, que si poseen extremidades erectas bajo el cuerpo, sin embargo las diferencias entre estos y los dinosaurios son muy marcadas).




sábado, 1 de agosto de 2015

Plantas tóxicas que viven muy cerca de nosotros

Es bien conocida la existencia de plantas toxicas, e incluso mortales, que habitan lo más recóndito de los bosques. Plantas que nadie se atrevería a probar. Nadie se puede fiar de una planta desconocida por el temor de morir intoxicado, pero, ¿Qué hay de las plantas tóxicas con las que convivimos muy cercanamente?

Existen varias especies botánicas que las personas utilizan de diversas formas, muchas veces desconociendo lo peligrosas que pueden llegar a ser.  Muchas de ellas sirven de alimento o medicina al ser humano. Algunas de estas plantas son las siguientes.


Higuerillo (Ricinus communis)

Es común verlo cerca de barrancas y predios baldíos,  y hasta colonizando el patio de tu casa. El higuerillo es una planta con grandes hojas palmeadas, con frutos trilobulados y semillas jaspeadas.


Las semillas del higuerillo son de las más tóxicas que existen entre todas las plantas. Poseen una albumina (un tipo de proteína) llamada ricina que es mortal.

Esta toxina al ser ingerida induce a la muerte celular, causando, en el afectado, hemorragias internas, deshidratación, vómitos e hipotensión.  El desenlace es fatal y puede llegar a ser muy agónico. Actualmente no se conoce antídoto.


A pesar de todo eso, las semillas del higuerillo son utilizadas para extraer el aceite de ricinus que contiene el ácido ricinoleico, que es un purgante de gran reputación.
La extracción del aceite se produce en caliente, para lograr destruir la ricina y conseguir un aceite inocuo, apto para el consumo humano.


Florifundia (Brugmansia arborea)

También es conocida como trompeta de ángel. Posee el alcaloide escopolamina. En Colombia fue famoso su uso como potente droga, que se empleaba para cometer delitos al endrogar a las víctimas.



Pertenece a la familia de las solanáceas; es propia de las regiones tropicales de América, y es común verla como planta ornamental en parques, jardines y colonias.

La escopolamina  -a la cual también llaman “burundanga”- ingresa al cuerpo principalmente por las membranas mucosas y actúa sobre las terminaciones nerviosas.

La sobredosis de escopolamina causa convulsiones, arritmias cardíacas, disminución de saliva, insuficiencia respiratoria e incluso la muerte.

Aun con estas características mortales, la planta es utilizada en medicina; ya que la escopolamina es empleada para tratar los mareos y las náuseas; también es utilizado como analgésico y como tratamiento del mal de Parkinson.


Pito (Erythrina berteroana)

Es parte de la gran familia de las fabáceas  y su nombre proviene por el sonido que se produce al soplar las flores. Actúa como somnífero, y los efectos se pueden percibir al poco tiempo de consumo. Estos efectos son producidos por la neurotoxina llamada eritrina.


La raíz y las semillas de esta planta pueden llegar a ser muy toxicas. Los síntomas de una sobredosis son mareos, fiebre y dolores de pecho y abdomen.

Las semillas son utilizadas por nativos, de ciertas regiones del Amazonas como alucinógenos.

Los campesinos consideran al pito con propiedades afrodisiacas, con capacidad de inducir a sueños eróticos; así que ya saben…


Frijol (Phaseolus vulgaris)

El frijol pertenece a la familia de las fabaceaes y es cultivado en todo el mundo.


Un alimento más que universal, ¿quién podría pensar que los frijoles pueden ser tóxicos? Y si, efectivamente lo son pero cuando se consumen crudos.

El frijol contiene la toxina fitohemaglutinina (un tipo de proteína del grupo de las lectinas), que tras la intoxicación provoca nauseas, vómitos y diarreas que pueden ser muy graves.

Afortunadamente la fitohemaglutinina es inactivada por el calor, así que ya saben, asegúrense de cocinarlos bien para evitar cualquier infortunio.

El consumo excesivo de frijoles (cocinados obviamente) causa flatulencias (gases) debido al carbohidrato rafinosa que no es digerido eficientemente por el sistema digestivo.


Cerezo negro (Sysygium sp)

También se le conoce como cerezo de Belice. Es una árbol perteneciente a la familia de las mirtáceas
Aunque no es un árbol propio de la región, ya que fue introducido desde Asia, es frecuente verlo a las orillas de las aceras de la ciudad o en los parques.


Su fruto es utilizado para extraer colorantes y para hacer bebidas e incluso para consumirlo fresco. Es muy frecuente su consumo por las personas y característico el sabor que deja en los labios tras comerlo.

A pesar de su utilización como alimento, los frutos del cerezo negro poseen ácido cianhídrico que es potencialmente peligroso, ya que afecta a la respiración celular, pudiendo ocasionar la muerte.


Loroco (Fernaldia pandurata)

Esta planta, que crece en forma de enredadera y pertenece a la familia de las apocynaceas, es muy utilizada en la cocina salvadoreña y guatemalteca. Se utiliza en sopas, pizzas y en las famosas pupusas.


La planta es conocida como mataperros. El nombre “apocyno” (de ahí el nombre de la familia: apocynaceae), que proviene del griego, se traduce como “vete perro”, debido a los efectos dañinos que esta planta causa en los perros.

La planta produce látex que puede ser perjudicial si se ingiere; la raíz contiene los alcaloides lorocina y loroquina que son tóxicos para el ser humano; y el consumo de su flor (que es lo que llamamos loroco en el mercado) produce irritación del sistema digestivo, similar a como lo hace el chile.

Mientras no consumamos su látex ni su raíz, los efectos negativos no serán significantes.


Chipilín (Crotolaria longirostrata)

Otra planta de la familia de las fabáceas que es muy utilizada en la comida centroamericana.

La raíz y las semillas son muy toxicas, tanto así, que son utilizadas en el campo para envenenar a los animales al ponerles cebos hechos de raíz molida mezclada con harina de maíz.

El reconocimiento de estas características letales de la planta ha hecho que su importación a Australia haya sido prohibida.

Comida típica en la que se utiliza el chipilín  

Y los efectos nocivos no solo se limitan a la raíz y las semillas; estudios recientes ha considerado que las hojas de chipilín producen efectos negativos a largo y mediano plazo, siendo hepatotóxicas.

No se ha sabido confirmar cuanta es la dosis para provocar daño hepático, pero el riesgo existe. Puede causar hepatitis y cirrosis.


Medicinalmente el chipilín se usa para combatir el insomnio y el reumatismo. También se utiliza tópicamente para tratar heridas.