El ayahuasca (también llamado
yagé) es un brebaje tradicional que altera el estado de conciencia.
Se prepara a partir de varios tipos de plantas
con propiedades enteogénicas, que varían según la región; a pesar de esto hay
una planta que es componente fundamental, imprescindible de esta bebida: la Banisteriopsis
caapi, una liana de la familia de las malpigiáceas.
B. caapi posee tallos
leñosos, ramificados y hojas ovaladas terminadas en una fina punta. Contiene
los alcaloides harmina, harmalina y tetrahidroharmina, que en conjunto son
conocidos como alcaloides harmala.
El nombre de ayahuasca o yagé
también es utilizado para denominar a la B. caapi, que además recibe los
nombres comunes de caapi, mariri, yagugue
y pildé dependiendo de la región donde se encuentre la planta.
Esta planta es muy importante
para que el brebaje posea su carácter mágico, y es porque los alcaloides de B.
caapi actúan como inhibidores de MAO (monoamina oxidasas).
Las monoamina oxidasas (MAO)
actúan degradando ciertas sustancias químicas como las drogas. La B. caapi
contiene inhibidores de estas enzimas, impidiendo la degradación de los psicoactivos
de otras plantas. Esto permite que los efectos de los alcaloides, de las otras
plantas utilizadas en el brebaje, sean eficaces.
Como ejemplo está el DMT de la
planta Psychotria viridis (planta muy empleada como componente del
ayahuasca), que para consumirse de manera oral, y que tenga efecto, debe
interactuar con los inhibidores MAO de la B. caapi.
También intensifica los efectos
de los alcaloides de los hongos alucinógenos, cuando estos son empleados para
hacer ayahuasca, al igual que lo hace con muchas otras plantas que aportan
alcaloides psicotrópicos.
La B. caapi por sí sola no
causa efectos psicodélicos, y su gran importancia radica en permitir que las
sustancias que realmente causan “el viaje” tengan el efecto esperado.
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