Pues no es raro ver a aquellas personas devotas a las
abdominales, entregadas por completo a series con repeticiones que parecen
infinitas; que incluso las ejecutan a diario sin darle descanso a sus músculos.
Los músculos del abdomen están cubiertos por una capa de
tejido adiposo, en donde se almacena la grasa. Este capa cuando, posee exceso
de grasa, da lugar a la formación de pansa, que no resulta nada estética y es
la razón por la cual muchas personas quieren hacerla desaparecer a como dé
lugar; y no solo afecta estéticamente: un abdomen plano y musculoso proporciona
mayor agilidad y desempeño físico.
Ni hacer abdominales todos los días sin descanso ni tampoco realizar
gran cantidad de repeticiones –hay
quienes incluso llegan las 100- harán que esa capa de tejido adiposo disminuya; sino que lo que sucederá es que tu abdomen se
volverá más fuerte y musculoso, pero no se notara porque todo estará bajo la
voluminosa y fofa capa de grasa que aún no ha desaparecido y que tampoco
desaparecerá mientras sigás la misma rutina.
Dos factores importantes que muchas personas olvidan son el ejercicio aeróbico y una dieta apropiada.
El ejercicio aeróbico es la actividad que por excelencia te
hará perder ese exceso de grasa acumulada en tu vientre. Ejercicios como
trotar, saltar cuerdas, andar en bicicleta, gimnasia, nadar, permiten que el
metabolismo se active y sea utilizada la grasa visceral que se encuentra entre los órganos internos
del vientre, siendo la responsable de la forma abultada del abdomen.
La dieta es muy importante, ya que si consumís alimentos
ricos en grasas, y el gasto de energía empleado durante el ejercicio no es
correspondiente al que ingerís durante la comida, entonces tampoco el abdomen
se reducirá.
La mejor manera de obtener el abdomen tan anhelado es
combinando una serie de factores como: el ejercicio aeróbico, una rutina
eficiente de abdominales (no exagerar en repeticiones y dejar al menos 48 horas
de descanso al musculo) y una dieta balanceada.
¿Por qué tu abdomen no se reduce? No se reduce porque no
empleás el ejercicio adecuado. Haciendo ejercicio aeróbico al menos tres veces
por semana y combinándolo con ejercicio de resistencia-abdominales-
también tres veces a las semanas, el resultado será satisfactorio.
Pero será
obvio que esto tampoco funcionara si tu
dieta es inadecuada para tus fines. Las carnes, las golosinas, las harinas, no
te permitirán conseguir el tan anhelado vientre plano. Las frutas, verduras,
los cereales y bastantes líquidos serán indispensables para la consecución del
vientre perfecto.