domingo, 20 de mayo de 2018

La creciente mortal epidemia de Centroamérica como consecuencia del Calentamiento global.


Últimamente se ha visto el desarrollo de una misteriosa afección en los trabajadores de los campos de cultivo de caña de azúcar de Centroamérica. Son más de 20 000 trabajadores los que han sido afectados fatalmente en la última década.  En Nicaragua hay un lugar llamado “La isla de las viudas” que justamente recibe dicho nombre debido a las más de 100 mujeres que han quedado en estado de viudez debido a la muerte de los trabajadores de los campos de cultivo de caña de azúcar.


A la mortal epidemia los investigadores la han denominado como “enfermedad crónica del riñón de causas no tradicionales”. Tal como el nombre lo refiere no se conoce su causa precisa. La enfermedad ataca al riñón y le impide al cuerpo una eliminación satisfactoria del exceso de fluidos.

Algunos estudios epidemiológicos han llegado a cuestionarse si esta afección renal es debido a insecticidas y metales pesados que se encuentren en el ambiente de estos trabajadores; mientras tanto Richard Johnson, especialista renal de la Universidad de Colorado Anschutz Medical Campus opina de diferente manera acerca de las muertes ocurridas en la isla de Nicaragua, ya que considera que un factor importante podría ser la deshidratación.

Johnson y su equipo determinaron que en países como Nicaragua y El Salvador el trabajo en los campos de caña de azúcar es de condiciones duras y se realiza bajo temperaturas elevadas, por lo cual no sería difícil pensar que la deshidratación a causa del gran esfuerzo y de las altas temperaturas sea la responsable del daño renal en los jornaleros. Y lo más crítico sucede durante las temporadas de cosecha que es cuando los trabajadores realizan jornadas largas en condiciones de calor extremo sin disposición de agua fresca.


Johnson y su equipo realizaron la investigación pertinente para corroborar la hipótesis, dando como resultado su confirmación: los trabajadores de los campos de caña de azúcar sufren una severa deshidratación a diario en sus arduas labores, cuyas condiciones exceden el nivel de calor tolerable según La Administración de Salud y Seguridad ocupacional de U.S.

Johnson expuso que las temperaturas han estado incrementando en países como El Salvador desde 1980, lo cual puede notarse por el número de días extremadamente calientes que han estado ocurriendo. Esto sumado a la cada vez mayor escasez global de agua son los factores responsables de esta epidemia renal; y tomando en cuenta que tanto el calentamiento como la escasez de agua son de carácter global es de suponer que estas afecciones renales que se están sufriendo en Centroamérica puedan extenderse a casi cualquier otra parte del mundo, tal como ha ocurrido en el norte de Sri Lanka, dónde se han producido afecciones renales similares.


Esto lleva a la pregunta siguiente: “¿sería esta la primera de muchas epidemias ocasionada por el cambio climático?, ¿o la primera parte de una gran pandemia de las regiones cálidas del planeta?” Esperemos que no;  porque las soluciones parecen lejanas…


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