martes, 3 de octubre de 2017

El Tapón de Darién, la infernal selva de América

Un maratonista de trotes extremos o un ciclista de tremendos pedaleos bien podría cruzarse en una aventuresca travesía la carretera Panamericana, que viene desde el territorio de Alaska hasta la punta sur del territorio argentino. Claro, esta travesía sería factible si no se interpusiera la infranqueable ruta de la selva del Tapón de Darién.

La carretera Panamericana es la más larga del mundo, ya que mide 48 000 km de longitud. Pero aun teniendo esta ingente ruta de extremo a extremo del continente, los viajeros se ven limitados en una parte en especial: el Tapón de Darién, un gran infierno verde que interrumpe el trayecto de la carretera Panamericana. Su paso  no está limitado por algún tipo de política especial, sino por ser demasiado riesgoso para cruzarlo.

Carretera Panamericana

También es conocida como Región de Darién. Es una región de Panamá fronteriza con Colombia, que abarca la provincia del Darién y varias comarcas indígenas, el este de Chepo y los distritos de Chimán en Panamá, y en Colombia abarca el norte de Antoquia y Chocó. Es una reserva natural de entre 100 a 160 km de longitud, que va desde el norte hasta la costa sur de Panamá. La forma más segura de cruzar este lugar es rodeándolo por mar.

El Tapón de Darién

En época colonial los españoles fundaron el primer asentamiento continental en el continente americano, justo en la infernal selva de Darién, en el año de 1510; pero 14 años después sufrieron un incendio provocado por las tribus indígenas.

Los riesgos son mucho: las enfermedades como el zika, la encefalitis equina, la malaria y la leptospirosis; las serpientes venenosas; los grupos indígenas; los narcotraficantes armados. Los grupos criminales han sido responsables de secuestros, tráfico de personas, violaciones, etc. Algunos aventureros han desaparecido y Tom Hart Dyke y Pauld Winder, buscadores de orquídeas, fueron secuestrados por las Farc, una organización que operaba en la zona (actualmente es una organización ya desaparecida). Aun así son muchos los que consideran que vale la pena aventurarse, debido a la gran riqueza genética de lugar.


En 1960 el Tapón de Darién fue atravesado en auto por la antropóloga Reina Arauza y el cartógrafo Amado Araúz, valiéndose de infinidad de artificios para lograrlo. Esta travesía valió para proclamar al lugar como Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. 

Algunos han estado de acuerdo en completar la carretera Panamericana; pero esto sería algo desastroso para el ecosistema. Aceleraría la deforestación del lugar, pondría en riesgo las culturas indígenas de la zona, y permitiría la propagación de enfermedades como la fiebre aftosa hacia otros lugares, muy temida por el sector agropecuario, ya que afecta al ganado vacuno.

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